Viajar para Conocer
“Si tuviera que implicarme en las creencias de todos los pueblos que he conocido, en estos momentos sería ya incapaz de descubrir el bien y el mal. No creo que existan verdades supermayúsculas.” Éstas son las sabias palabras de un gran maestro, escritor, periodista, antropólogo y ante todo viajero. Él es Luis Pancorbo.
Luis Pancorbo fue el encargado de inaugurar el pasado 7 de febrero la primera edición del Máster en Periodismo de Viajes 2012 de la Universidad Autónoma de Barcelona. Agradecido por ser el primer invitado de honor, esperaba que le cediesen el turno de palabra para proclamar el punto de partida del Máster. Los alumnos, nerviosos, expectantes, frenéticos, ilusionados, lo observaban ansioso.
Luís Pancorbo Fuente: Gabinete de Comunicación y Educación |
Pancorbo ha sido el primer viajero español que llegó al Polo Sur en el año 1969 en el transcurso de un viaje a la Antártida el cual -tal y como nos comentó en la conferencia- le fue asignado gracias a la vacante de un compañero, y supuso una de las mejores experiencias de su vida. 30 años después recorrió el mundo y narró sus vivencias en un libro titulado “La última vuelta al mundo en 80 días del milenio”. Ha sido reportero y enviado especial en TVE. Es Doctor en Ciencias de la Información, ha trabajado en más de 100 países y ha publicado una treintena de libros.
En la conferencia inaugural que presidía confluían dos ideas clave: la comunicación y los viajes. Nos mostró numerosas fotografías de sus periplos y a su vez nos contó experiencias personales con vistas a ayudarnos en un futuro, pues todavía somos aprendices en este mundo del viaje.
Entre otras muchas cosas nos habló de la impactante estepa mongola con sus famosos caballos y su exquisita leche de yegua. Del “Parque Nacional Manu”, en Perú, donde, según algunos investigadores, se halla en las zonas vírgenes de la reserva el Paititi o ciudad perdida de los Incas. También de la isla canadiense de Baffin y las costumbres de los esquimales que viven en ella. Y de los pigmeos bambuti, la tribu que más le impactó, pues son capaces de cambiar de poblado de un momento a otro y transportar a hombro todas sus pertenencias.
Sin embargo, se podría decir que en general, la historia más impactante fue la de su experiencia con los yanomamis, la tribu que carece de nombres. Los yanomamis durante las fiestas del poblado mezclan las cenizas de sus muertos con puré de plátano, y a continuación, como ritual, lo ingieren. Pancorbo nos explicaba cómo en el momento de filmar estas imágenes era consciente de que en España se vería a esta tribu como a una especie de salvajes caníbales, y es que no hay nada que repele más a nuestra cultura que la muerte.
Sin embargo, pese a condicionarse en cierto modo la perspectiva del espectador, Pancorbo siempre ha querido mostrar la realidad tal y como es, por cruda que sea. Y es que según él: “existe un cierto grado de etnocentrismo en todas las culturas, y el subjetivismo resulta imposible de extirpar, puesto que el etnólogo y el realizador de documentales televisivos siempre tendrán que utilizar su estructura mental y lingüística para traducir y dotar de un sentido a esa otra realidad.”
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