Foto: Carla Llamas |
Así comenzamos este viaje, con el mar como telón de fondo para aprender a navegar por sus aguas, para profundizar en él y devolverle todo lo adquirido. Despojándonos de los prejuicios, tópicos e ideas preconcebidas, y quedándonos con lo mejor de todo: nada. Pues partiendo de la nada han comenzado viajes eternos, ya que es al desaprender, cuando llegamos a nuestros orígenes y recuperamos la capacidad de sorprendernos.
Desde un punto minúsculo oculto en el fondo de mar surge la inmensidad inconmensurable que abarca el mundo entero en sus brazos. Nosotros queremos viajar a ese punto diminuto oculto en el fondo del mar al que hemos llamado Odisea; queremos surcar los mares y navegar hasta él. Su nombre nos recuerda que en el camino encontraremos aventuras favorables y desfavorables, pero seremos perseverantes, y creceremos frente a las adversidades, para aprender y desaprender otra vez.
La Odisea… nuestra bitácora de viajes.
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