RECENSIÓN: El viaje del profesor Caritat

La obra El viaje del profesor Caritat de Steven Lukes es una novela filosófica con una función eminentemente divulgativa que mediante una historia llena de contratiempos pretende presentar al lector las corrientes políticas que más calado han tenido desde el siglo XVIII. Es la única obra del género novelesco de este autor, un reconocido experto en filosofía y política social.

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El protagonista de esta novela es el profesor Caritat, procedente de Militaria, experto en el Siglo de las Luces, viudo y padre de dos hijos, Marcus y Eliza. La novela comienza con la captura del profesor por las autoridades de su país, sometido bajo una dictadura militar. Sus ideas ilustradas parecen suponer una amenaza para el régimen, motivo que consideran suficiente para su detención. Una vez encarcelado, una organización opuesta al régimen, La Mano, subdivida en dos fracciones, izquierda y derecha, de la que supone forma parte su hijo Marcus, planea la liberación del profesor a cambio de que éste realice una misión de utilidad mundial: buscar el mejor de los mundos posibles fuera de las fronteras de Militaria. Justin, un cooperante de La Mano, infiltrado dentro del régimen militar, libera al profesor y lo manda a su primer destino en busca de la utopía: Utilitaria. El profesor Caritat parte sin tener muy claros los objetivos de su misión, así que decide establecerlos él mismo. Buscará el mejor de los mundos posibles en donde nacer un embrión independientemente de su posición social, sexo o raza. Su aventura acababa de comenzar.

Durante el viaje en tren hacía su nueva aventura, el profesor tiene un curioso sueño. Sueña haber llegado por fin al mundo perfecto, a una verdadera utopía. Una sociedad en la que todos sus individuos gozan de auténtica libertad, donde las leyes no son necesarias, ni los mercados, ni la propiedad. Este país soñado regido por el ideal comunista-marxista se llama Proletaria, resultado del triunfo de la clase obrera.

Desafortunadamente el profesor no tarda en percatarse de que tan solo ha sido un sueño y acaba de llegar a su nuevo destino, Libertas, capital de Libertad. Su situación es más desfavorable que en anteriores ocasiones puesto que no conoce a nadie que viva allí al que pueda recurrir ni dispone de mucho dinero para sobrevivir. Sin dinero, ni trabajo, ni con esperanzas sobre el régimen de ese nuevo país, decide vivir en la calle junto a tres nuevos amigos a los que ayudar. Sus vidas son el reflejo de la poca libertad de la que disfrutan los habitantes menos favorecidos del país, libertad entendida como capacidad de decidir de entre varias opciones la más ventajosa para tu propia persona. Del día a la mañana, unas acciones que había comprado anteriormente quintuplican su precio y como el mejor de los golpes de suerte, el profesor Caritat recupera su dinero con amplias ganancias. Haciendo honor a su nombre, decide dividir este dinero en cuatro partes iguales y repartirlo con sus nuevos compañeros. Ellos seguirán su vida como la sociedad en la que viven les permita y el profesor decide entonces emprender su viaje en busca de un nuevo destino, sin tener claro que exista, hacia la frontera norte de Libertad, en busca de Egalitaria. En el camino dos hechos sorprendentes le acontecen. El primero de ellos es encontrar a un grupo de jóvenes encima de unos árboles luchando por salvarlos contra unas aplanadoras que se acercan. El segundo, conversar con un búho como si del mejor de los filósofos se tratase. Al llegar a la frontera, un eslogan atrajo su atención: a cuantos salgáis de aquí, aferraos a la esperanza.

La moraleja que se obtiene al finalizar este libro es un tanto desalentadora para los utópicos: ni el mundo perfecto, ni la sociedad perfecta, ni el régimen perfecto existen. Mediante esta historia el autor nos ha presentado como en los diferentes regímenes, a pesar de buscar ser el modelo perfecto, esto nunca se consigue principalmente por dos razones: por la existencia de grupos más débiles que nunca podrán disfrutar de todos los privilegios de las clases más favorecidas y por la existencia de grupos opositores o contrarios al régimen, caracterizados en estos ejemplos como los grupos más interesados por el bien común en detrimento de los grupos en el poder. El principal error de todos estos sistemas es el que en la historia, curiosamente, le hace ver el búho al profesor: nunca se debe perseguir un ideal dejando de lado todos los demás.

A modo de conclusión esta obra es muy recomendable sin lugar a dudas por varios motivos. Por su muy lograda misión divulgativa sobre las corrientes políticas predominantes de los últimos siglos, por su brillante literatura y su conseguida función metalingüística del lenguaje; y por los innumerables ideales y derechos individuales y colectivos que se muestran, tanto otorgados como cohibidos y la grandísima reflexión personal que conlleva.